Calendario descargable julio + lámina de regalo
¿No estáis contentos? Pues motivos para estarlo nunca faltan. Esta semana hemos estrenado estación, esa que trae con ella cielo azul y vacaciones en el horizonte, y por si fuera poco hoy es víspera de viernes.
Y todo esto además significa que ya estrenamos mes, julio, y van siete. Ahora llegan esos días que por muy cansado que llegues a casa ves el ambientillo de la gente disfrutando del día y lo único que quieres es entrar en casa a no ser que tengas una preciosa terraza en la que disfrutar de lo que queda de día y que además tienes recién decorada gracias a alguno de los trucos que desde aquí os he dado.
A esta terraza o rincón especial ya podéis ir añadiendo el nuevo calendario descargable de este mes, que, tal y como llevo haciendo desde enero os traigo todos los meses.
Esta vez viene con regalito extra ya que en el post del lunes de DiariodecoSummer use para la fotos una lámina que había diseñado para la ocasión, ¡se me olvidó pasárosla! y como es una lámina muy veraniega os la dejo hoy, así que hoy toca doble descargable.
Para hoy me parece muy adecuado dejaros con este poema de José Zorrilla -autor de Don Juan Tenorio-, La Siesta, empiezas a leerlo e inmediatamente te traslada a tierra de campo, rodeado de una extensión dorada con el único sonido de la brisa caliente y el cantar de la cigarra, ¿no os parece?
Son las tres de la tarde, julio, Castilla.
El sol no alumbra, que arde, ciega, no brilla.
La luz es una llama que abrasa el cielo,
ni una brisa una rama mueve en el suelo.
Desde el hombre a la mosca todo se enerva,
la culebra se enrosca bajo la yerba,
la perdiz por la siembra suelta no corre,
y el cigüeño a la hembra deja en la torre.
Ni el topo, de galbana, se asoma a su hoyo
ni el mosco pez se afana contra el arroyo
ni hoza la comadreja por la montaña
ni labra miel la abeja ni hila la araña.
La agua el aire no arruga, la mies no ondea,
ni las flores la oruga torpe babea,
todo al fuego se agosta del seco estío,
duerme hasta la langosta sobre el plantío.
Sólo yo velo y gozo fresco y sereno,
sólo yo de alborozo me siento lleno,
porque mi Rosa,
reclinada en mi seno,
duerme y reposa.
Voraz la tierra tuesta el sol del estío,
mas el bosque nos presta su toldo umbrío.
Donde Rosa se acuesta brota el rocío,
susurra la floresta, murmura el río.
¡Duerme en calma tu siesta, dulce bien mío!
¡Duerme entretanto
que yo te velo, duerme,
que yo te canto!
By Sara
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